En esta entrada os presento el proyecto de clase invertida para tutoría "Quien
tiene boca se equivoca". El reto que nos planteamos es el de
favorecer un sentido de seguridad entre el alumnado, promover un ambiente de
aprendizaje en el aula incentivando su auto-confianza; y acompañar para que se
produzca una mejora en la propia autoestima.
Son muy numerosos los alumnos de esta edad (12-13 años) que temen el
error y lo consideran como algo que deben evitar a toda costa, sobre todo para
no ser considerados “tontos” o “ridículos”, sin ser conscientes de que es
totalmente “humano” equivocarse, y de que sin el error es imposible aprender.
Efectivamente, todos nos equivocamos, y necesitamos encontrar una visión
positiva de este hecho para poder sacar el mayor partido posible de las
distintas situaciones de aprendizaje, tanto en la escuela como fuera de ella,
de manera que nos desarrollemos y crezcamos plena y satisfactoriamente. Éste
es, y no otro, el objetivo principal y el reto que este proyecto se plantea: Promover una aceptación consciente del error como estrategia para
avanzar y desarrollar nuestro potencial, así como incentivar la seguridad y la
autoconfianza.
Además, el proyecto incluye el uso de diversas herramientas y artefactos
digitales que contribuirán positivamente para que el alumnado se implique y
participe en las diversas actividades.